Algunas veces parece que las dificultades
fueran sinónimo de fe;
Nos ayudan a madurar espiritualmente,
a aprender de nuestros propios errores,
a ver las dos caras de la moneda,
y a medir nuestra propia fe.
Lidiar con las crisis no es del todo negativo, no, para nada;
se aprende de bondad,
de compasión, de tolerancia;
se incrementa el amor por la vida
y se valora todo lo que se tiene.
Viviendo en fe se aprecia cada instante,
cada oportunidad, cada momento
de paciencia, de serenidad.
Obviamente con una fe
que de buenas obras y
buenos frutos, donde esperamos
todo de ella y nada de la duda.
Lecturas Varias
❤❤❤
No hay comentarios:
Publicar un comentario